Princesa por un año
Como si de un cuento de hadas se tratase, Penny-Rose O’Shea había salido de la pobreza gracias a la ayuda de un guapísimo príncipe que quería casarse con ella. Pero se trataba de un matrimonio de conveniencia. El príncipe Alastair debía permanecer casado durante al menos un año con una mujer que tuviera un pasado irreprochable, si no, su país perdería todos sus derechos y sus habitantes se quedarían sin hogar.
Penny-Rose sabía que no podía negarle su ayuda, así que accedió a convertirse en princesa durante un tiempo... Pero no sospechaba que acabaría enamorándose locamente de un hombre que no le correspondía.