Brillante finalista del Premio de Novela Mario Lacruz en su edición 2006, ésta es una historia pequeña en un mundo pequeño. El suceso trágico con que arranca el libro —la muerte de un adolescente en un arrabal de São Paulo— desencadena toda una serie de acontecimientos que rompen la armonía de la comunidad. El relato, suerte de duelo ceremonial, lleva a los personajes de su entorno —hermano, ex-novia, vecinos, amigos y enemigos— a reflexionar y a tomar decisiones sobre sus vidas. Nos lo cuenta El Gringo, un inglés que visita a menudo el barrio y que en ese medio casi tribal y tan ajeno para él alcanzará la certeza de que es posible sentir como propio cualquier lugar, más allá de las barreras culturales y lingüísticas. Pero en esta crónica a posteriori de una muerte anunciada el protagonista es el viento, que se alza como el elemento que lleva y trae las voces y los sonidos, susurrándole al lector su prosa coral y mestiza de lenguas.