Con las historias de Navidad, Horrible Navidad, Borau pretende rasgar ese forillo de paisaje nevado que suelen presentar los christmas de UNICEF o los anuncios de la televisión, en una de cuyas casitas refulgentes chicos y chicas grandes bailan alrededor de un tierno arbol tronchado entre todos la tarde anterior. Y lo hace casi siempre con humor, pero sin la pretensión de aguar la fiesta por pura jalada no más, como podría haber dicho alguno de sus personajes. La sonrisa no quita lo valiente