Gobernado por el deber… movido por el deseo
El jeque Zafir, un rey entre los hombres, no podía permitir que la emoción o los sentimientos afectaran a su razón. Debía controlar sus deseos carnales para asegurar la paz en su reino. No obstante, Fern Davenport, una mujer sensual, puso a prueba su autocontrol. Zafir tenía que poseerla.
La inocente Fern Davenport intentó resistirse a los encantos del jeque, puesto que sabía que nunca se casaría con ella. Sin embargo, bajo el sol abrasador se despertó una sed incendiaria, y la consecuencia de una noche increíble sería duradera.
¡Por tanto el jeque tuvo que reclamar a su heredero y a su esposa!