La escritura de Víctor Alegría define un mundo casi aéreo, sostenido en la gracia de su único y mismo delgado suceder. Un espacio como sin tiempo, un tiempo que se hace signo, que se hace mancha, que se vuelve fulgor y destella en la mirada y recuerdo de lo sido.
Víctor Alegría es un poeta tan plástico como pensador que mira el mundo como los pintores metafísicos, pero lo siente con la dulzura y delicadeza de Bonnardmezclada con la filosofía del lenguaje de Wittgenstein. Un poeta que somete al lector a la contingencia y a la vez lo redime a ella, declara en el prólogo el poeta y crítico literario español Jaime Siles.
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- Prólogo. Jaime Siles
- Ruinas hoscas
- Latidos
- Días anónimos
- Trigal con cuervos de Van Gogh
- Niebla
- Aguas que pasan
- Equívoco
- Los ríos siguen su curso
- Brotes tiernos
- Paisaje de Morandi
- Viaje
- Cuadro de Hockney
- Esquiva caricia
- Leonel
- Flores de Morandi
- Valdivia
- Nancy
- Caminos
- Aliento
- Leopardi
- Lo común
- Ilión
- Enconada barbarie
- Morandi
- Islas
- Venecia
- Canciones de cuna
- Soles en un cuarto
- Wittgenstein
- Días de templanza
- Helena
- Buscando comprender
- Espejismo
- Monedas ingrávidas
- Dádiva
- Agua oculta
- Juan Francisco González
- Ser uno
- Paisaje
- Bonnard
- Labios
- Ulises
- Un cuerpo, un mundo
- Litoral
- Parque en primavera de Van Gogh
- Ausencia
- Tablilla romana con doble retrato
- Brutal belleza
- Días alados
- Dibujo de Saskia por Rembrandt
- Índice