La Segunda República española fue un punto de referencia para las fuerzas políticas francesas. Desde la extrema derecha hasta los comunistas, pasando por conservadores, radicales y socialistas, todos acudieron al exemple espagnol para argumentar a favor de sus respectivos planteamientos. El caso del Parti Communiste Français (PCF) es especialmente sugerente. Próximo geográficamente, mucho más poderoso y con un proceso de bolchevización consolidado que aseguraba su fidelidad a Moscú, el PCF tuteló a su parti frère español. Fomentó su desarrollo y colaboró para imponerle la línea política fijada por el Komintern. Para alcanzar estos objetivos, el PCF desplegó una notable cobertura informativa sobre todo aquello que acontecía en España y articuló su propio discurso sobre la Segunda República a través de sus principales publicaciones y de la mano de sus más destacadas figuras Maurice Thorez, André Marty, Jacques Duclos, Gabriel Péri, Paul Vaillant-Couturier, Pierre-Laurent Darnar, Paul Nizan o Georges Soria. Sustentado en un lenguaje sencillo y maniqueo, este discurso, plagado de imaginarios y referencias históricas fueron habituales las comparaciones entre la Comuna de 1871, Octubre de 1917 y Octubre de 1934, contenía altas dosis de demagogia. Sin embargo, no debe pasarnos por alto que la prensa comunista fue el principal medio de información para una parte importante de la población francesa. El discurso del PCF construyó su propia verdad, una verdad fluctuante que interpretó el caso español conforme a los intereses del comunismo francés e internacional. Por ello, reconstruir el discurso bolvechique sobre la República española conduce no sólo a la historia de España sino también a algunas de las principales cuestiones sobre la Tercera República francesa y la compleja Europa del período de entreguerras.