«Es imposible irse cuando lo que dejas atrás es tu alma».
Lo único que Jimena necesitaba era saber que él sentía lo mismo que ella. Sin embargo, esos últimos días Leo se limitó a repetir una y otra vez que no había sucedido nada aquella maldita noche. Así que cuando ella se dio cuenta de que no iban a llegar a ningún sitio juntos, tomó la decisión de alejarse. Necesitaba lamerse las heridas, reponerse y seguir adelante.
Durante esas semanas no todo fue precioso para Leo, pero tampoco caminó con Jimena por las líneas que les marcaba el mundo ni una sola vez. Pese a ello, para él fue algo mágico, único y perfecto. Porque la vida le había enseñado que las palabras tienen el valor que los actos le dan.
Una mirada encendió la mecha, y miles de excusas la apagaron… ¿O no?
Un viaje a Nueva York, un negocio, una exposición y el peor plan de abordaje de la humanidad van a hacer de esta historia algo dulce, entrañable y diferente.
Miel, nueces y cerezas nos va a transportar a unos enclaves únicos, vamos a paladear cada página y nos va a enseñar que las cosas hechas con amor son las que van directas al corazón, pero sobre todo, que el miedo nunca es un buen consejero.