Un chiquillo muestra el camino que conduce al Altísimo por la senda de la desviación, el dueño de un perro difunto necesita a un taxidermista que lo inmortalice, dos comadres dictan sentencia sobre las impudicias del prójimo, un mariquita chismoso despelleja a un mariquita indeciso, un buscón arduamente casado se topa con el crimen y cae en él, un hombre abraza a su amado moribundo, dos figurines contemplan el fin de su propia exquisitez: no pueden soportar la indiferencia. La crueldad del mundo es un gozoso dolor que Luis Negrón plasma en todos los registros del alma y del habla. «Un humor a veces grueso, a veces malvado, a veces disparatado, a veces conmovedor, a veces desgarrado; pero humor, siempre humor, mucho humor», afirma Ignacio Echevarría en el prólogo.
- Portada
- Índice
- Dedicatoria
- Citas
- Prólogo: cuentos leves
- El elegido
- El vampiro de Moca
- Por Guayama
- La Edwin
- Junito
- Botella
- Muchos o de cómo a veces la lengua es bruja
- El jardín
- Mundo cruel
- Agradecimientos
- Créditos
- Colofón