Matt McKay creía tener la vida perfectamente planeada cuando decidió pedirle a su novia que se casara con él..., pero entonces se interpuso el destino. La irresistible Erin Douglas apareció en su camino... ¡con dos preciosos gemelos de la mano!
El impulso caballeroso de Matt tiró por la borda todo su futuro; de pronto, tenía una familia. Para su propia sorpresa, Matt no tardó en darse cuenta de que le gustaba ese tipo de vida y, sobre todo, le gustaba la mujer que había provocado todo aquello...