Autor de estilo exquisito, vivió siempre rodeado de grandes figuras del poder y la cultura. Cetina tuvo estrecha amistad con Hurtado de Mendoza y Jorge de Montemayor. Su obra destacada por su respeto de las formas poéticas y su ritmo exhaltado e intenso. Escribió letrillas, madrigales y canciones, y también sobresalió en la nueva técnica italiana, en boga por esos tiempos. Cetina se distingue por su fantasía, delicadeza, fluidez y, en particular, por su escritura amatoria.
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- Sumario
- Presentación
- Bien sé yo que sois graciosos
- Ojos claros, serenos
- Qué aprovecha, Señor, andar buscando
- Es lo blanco castísima pureza
- Amor mueve mis alas, y tan alto
- ¡Ay, sabrosa ilusión, sueño suave!
- Si tras de tanto mal me está guardado
- En medio de mi mal vino cubierto
- Vete, falsa visión, no me atormentes
- Como la oscura noche al claro día
- Señora: si es amor, como se entiende
- Solía cantar de amor dulces clamores...
- De la incierta salud desconfiado
- Sobre la cubierta de un libro donde iban
- En un bastón de acebo que traía
- Para ver si sus ojos eran cuales
- Como al pastor que en la ardiente hora estiva
- Si el justo desear, padre Silvano
- Un blanco, pequeñuelo y bel cordero
- Con ansia que del alma le salía
- Debajo de un pie blanco y pequeñuelo
- Dórida, hermosísima pastora
- ¡Ay, mísero pastor!, ¿dó voy huyendo?
- En un olmo Vandalio escribió un día
- Al pie de un monte que divide a España
- Sin poderse alegrar de cosa alguna
- Fuego queme mi carne y por incienso
- El más alto y más dulce pensamiento
- Como el que enfermedad de muerte tiene
- La nueva luz en el nacer del día
- El dulce fruto en la cobarde mano
- Entre osar y temer, entre esperanza
- Con aquel poco espíritu cansado
- Horas alegres que pasáis volando
- Si jamás el morir se probó en vida
- Al rebaño mayor de sus cuidados
- Al pie de una alta haya muy sombrosa
- Mirando cómo va soberbio, airado
- Entre armas, guerra, fuego, ira y furores
- Mientras el fiero león, fogoso, ardiente
- En cuál región, en cuál parte del suelo
- De las doce a las cuatro había pasado
- Mientras el fiero dolor de su tormento
- Aires suaves, que mirando atentos
- Dulce, sabrosa, cristalina fuente
- Pues todavía queréis ir mis suspiros
- Por repararse de una gran tormenta
- Triste avecilla que te vas quejando
- Padre Océano, que del bel Tirreno
- Por nuestro polo el sol no parecía
- Un nuevo Sol vi yo en humano gesto
- Si tantas partes hay por vuestra parte
- Si con cien ojos como el pastor Argo
- Alma del alma mía, ardor más vivo
- Luz que en el fuego vivo, en el tormento
- Luz que a mis ojos das luz más serena
- En esto podéis ver, señora mía
- Para justificarme en mi porfía
- Cruel y venturosa gelosía
- Mientras, por alegrarme, el sol mostraba
- Si el celeste pintor no se extremara
- Pincel divino, venturosa mano
- Se compara con Icaro
- Vos sois todo mi bien, vois lo habéis sido
- Tant he amat, que mon grosser enginy...
- No miréis más
- Yo diría de vos tan altamente
- Cubrir los bellos ojos
- Ay, qué contraste fiero
- Al monte donde fue Cartago
- Ponzoña que se bebe por los ojos
- Amor, mueva las alas y tan alto...
- Dichoso desear, dichosa pena...
- Como garza real
- Como de duro entalle una figura