En la mitología persa, sangue sabur, «la piedra de la paciencia», es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás… La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota… Y ese día, uno queda liberado.
En esta novela, localizada «en alguna parte de Afganistán, o en cualquier otro lugar», la piedra de la paciencia es un hombre tendido en un colchón en el suelo, en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la nuca. A su lado, su mujer reza por él, le atiende y le habla, mientras en las calles pasan los carros de combate y se suceden los disparos. No sabe si puede oírla, pero la mujer le reprocha haber consagrado su vida a la Guerra Santa, y le desvela, llena de rabia y desesperación, lo que nunca se atrevió a decirle: sus deseos, miedos y frustraciones, y sus secretos más ocultos. La piedra de la paciencia explotará…
Escrita en un lenguaje bellísimo, poético y descarnado, La piedra de la paciencia, justamente galardonada en el 2008 con el prestigioso Premio Goncourt, es un grito contra la sinrazón de las guerras, el fanatismo y la opresión a las mujeres en cualquier parte del mundo.
- Portadilla
- Índice
- Dedicatoria
- LA PIEDRA DE LA PACIENCIA
- Agradecimientos
- Créditos