Historia verdadera de la conquista de la Nueva España relata la experiencia americana de Díaz del Castillo. En 1514, cuando Bernal Díaz embarcó hacia el Nuevo Mundo, no había cumplido veinte años, y tres años más tarde participaba en la expedición dirigida por Hernán Cortés hacia México, donde unos pocos españoles, en algo menos de dos años, consiguieron derrotar al Imperio azteca. Cuarenta años más tarde, Bernal Díaz relata, con un afán de fidelidad tan tenaz como problemático, una de las grandes expediciones que más han marcado el imaginario occidental: los desafíos que planteaba el poder, las tácticas de Cortés para aproximarse al imperio de Montezuma y, más tarde, al de Cuauhtemoc, el choque de creencias, la explotación de los nativos para conseguir oro y otros tesoros, o las batallas que se libraron hasta la caída de México. La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es, si no un relato fidedigno de lo que ocurrió, sí una de las obras de la literatura de la Conquista —junto con los Diarios de Colón, las Cartas de relación de Cortés y la Brevísima relación de la destrucción de las Indias del padre Bartolomé de las Casas— que mejor atestiguan la mentalidad occidental de la época. Si, como señaló Todorov, la conquista de América es «el encuentro más asombroso de nuestra historia. En el “descubrimiento” de los demás continentes y de los demás hombres no existe realmente ese sentimiento de extrañeza radical» (La conquista de América: el problema del otro), es muy posible que esa radical extrañeza fuera lo único que compartieron los hombres que participaron en aquel encuentro. La presente edición está basada en el Manuscrito Guatemala.
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- Title page
- Copyright
- Sumario
- Créditos
- Presentación
- Prólogo
- Capítulo I. Comienza la relación de la historia
- Capítulo II. Cómo descubrimos la provincia de yucatán
- Capítulo III. Cómo seguimos la costa adelante hacia el poniente, descubriendo puntas y bajos y ancones y arrecifes
- Capítulo IV. Cómo diego velázquez, gobernador de la isla de cuba, ordenó de enviar una armada a las tierras que descubrimos, y fue capitán general de ella un hidalgo que se decía juan de grijalva, pariente del dicho gobernador velázquez, y otros tres capitanes que más adelante diré sus nombres
- Capítulo V. De cómo llegamos al río de tabasco, que le llaman río de grijalva, y de lo que allí nos avino
- Capítulo VI. Cómo seguimos la costa adelante, hacia donde se pone el sol, y llegamos al río que llaman de banderas, y lo que en el pasó que diré adelante
- Capítulo VII. Cómo llegamos (A) aquella isleta que ahora se llama san juan de ulúa. y a qué causa se le puso aquel nombre. y de lo que allí nos aconteció
- Capítulo VIII. Cómo vinimos con otra armada a las tierras nuevas descubiertas, y por capitán de la armada el valeroso y esforzado hernando cortés, que después del tiempo andando fue marqués del valle y de las contrariedades que tuvo para estorbarle que no fuese capitán el dicho don hernando
- Capítulo IX. Cómo diego velázquez envió a un su criado, que se decía gaspar de garnica, con mandamientos y provisiones para que en todo caso se prendiese a don hernando cortés y se le tomase la armada
- Capítulo X. Cómo cortés se hizo a la vela con toda su compañía de caballeros y soldados para la isla de cozumel, y de lo que allí nos avino luego diré
- Capítulo XI. Cómo cortés supo de dos españoles que estaban en poder de indios en la punta de cotoche, y lo que sobre ello se hizo. y de otras cosas más
- Capítulo XII. Cómo cortés repartló los navíos y señaló capitanes para ir en ellos. y asimismo se dio la instrucción de lo que habían de hacer los pilotos, y las señales de los faroles de noche y otras cosas más que en aquellos lugares acontecieron
- Capítulo XIII. Cómo el español que estaba en poder de indios (QUE) se llamaba jerónimo de aguilar, supo cómo habíamos arribado a cozumel, y que luego se vino a nuestro real. y lo que después aconteció
- Capítulo XIV. Cómo llegamos al río de grijalva, que en lengua de indios llaman tabasco, y de la guerra que nos dieron y de lo que más con ellos nos aconteció
- Capítulo XV. Cómo vinieron a hablar con hernando cortés todos los caciques y calachonis del río grijalva, y trajeron un presente. y lo que sobre ello pasó
- Capítulo XVI. Cómo doña marina era cacica e hija de grandes señores de pueblos y vasallos, y de la manera que la dicha doña marina fue traída a tabasco
- Capítulo XVII. Cómo llegamos con todos los navíos a san juan de ulua. y de lo que allí nos aconteció luego
- Capítulo XVIII. Cómo fue tendile a hablar con montezuma y a llevar presentes, y lo que se hizoen nuestro real
- Capítulo XIX. Cómo alzamos a hernando cortés por capitán general y justicia mayor de estas tierras hasta que su majestad mandase lo que hubiere menester y conviniera. y de lo que en ello se hizo
- Capítulo XX. Cómo acordamos de poblar la villa rica de la vera cruz y de hacer una fortaleza en unos prados, junto a unas salinas y cerca del puerto del nombre feo, donde estaban anclados nuestros navíos, y de otras cosas más que allí se hicieron
- Capítulo XXI. Cómo cortés mando hacer un altar y se puso una imagen de nuestra señora y una cruz, y se dijo la santa misa y se bautizaron las ocho indias
- Capítulo XXII. Cómo volvimos a nuestra villa rica de la vera cruz, y de otras cosas más que allí sucedieron
- Capítulo XXIII. Cómo nuestros procuradores, con buen tiempo, desembocaron el canal de bahama yen pocos días llegaron a castilla y lo que en la corte les pasó
- Capítulo XXIV. Cómo después que partieron nuestros embajadores para su majestad con todo el oro y cartas y relaciones, lo que en el real se hizo y la justicia que nuestro capitán cortés mando que se hiciera
- Capítulo XXV. De un razonamiento que cortés nos hizo después de haber dado con los navíos de través, y (CÓMO) aprestábamos nuestra ida para méxico
- Capítulo XXVI. Cómo ordenamos de ir a la ciudad de méxico, y por consejo del cacique fuimos por tlaxcala, y de lo que nos acaeció, así de reencuentros de guerra como otras cosas que nos avinieron
- Capítulo XXVII. De las guerras y batallas muy peligrosas que tuvimos con los tlaxcaltecas y otras cosas más
- Capítulo XXVIII. De la gran batalla que hubimos con el poder de los tlaxcaltecas, y quiso diosnuestro señor que en ella hubiésemos victoria, y lo que más pasó
- Capítulo XXIX. Cómo otro día enviamos mensajeros a los caciques de tlaxcala, rogándoles con lapaz, y lo que sobre estas cosas y de otras ellos hicieron
- Capítulo XXX. Cómo después que volvimos con cortés de zumpancingo con bastimentos, hallamos ennuestro real ciertas pláticas, y lo que cortés respondió
- Capítulo XXXI. Cómo vino xicotenga, capitán general de tlaxcala, a entender en las paces con don hernando
- Capítulo XXXII. Cómo vinieron a nuestro real los caciques viejos de tlaxcala a rogar a cortés y a todos nosotros que luego nos fuésemos con ellos a su ciudad para nos a tender, y lo que más pasó
- Capítulo XXXIII. Cómo fuimos a la ciudad de tlaxcala, y lo que los caciques viejos hicieron, de un presente que nos dieron, y cómo trajeron sus hijos y sobrinos
- Capítulo XXXIV. Cómo fuimos a la ciudad de cholula en 12 de octubre de 1519 años. y del gran recibimiento que nos hicieron los naturales de aquellas tierras
- Capítulo XXXV. Cómo el gran montezuma nos envió otros embajadores con un presente de oro y mantas, y lo que dijeron a cortés y lo que él les respondió
- Capítulo XXXVI. Del grande y solemne recibimiento que nos hizo el gran montezuma a cortés y a todos nosotros en la entrada de la gran ciudad de tenustitlán
- Capítulo XXXVII. Cómo el gran montezuma vino a nuestros aposentos con muchos caciques que le acompañaban, y de la plática que tuvo con nuestro capitán
- Capítulo XXXVIII. De la manera y persona del gran montezuma, y de cómo vivía y de cuán grande señor era
- Capítulo XXXIX. Cómo nuestro capitán salió a ver la ciudad de méxico y el tatelulco, que es laplaza mayor, y el gran cú de sus uichilobos, y lo que más pasó
- Capítulo XL. Cómo hicimos nuestra iglesia y altar en nuestro aposento, y una cruz fuera del aposento, y lo que más pasamos, y hallamos la sala y recamara del tesoro del padre de montezuma. y de cómo tomamos acuerdo de prender al gran montezuma
- Capítulo XLI. Cómo fue la batalla que dieron los capitanes mexicanos a juan de escalante, y cómo le mataron a él y al caballo y a seis soldados y a muchos amigos indios totonaques que también murieron
- Capítulo XLII. De la prisión del gran montezuma y de otras cosas más que sobre dicha prisión nos acontecieron
- Capítulo XLIII. Cómo cortés mandó hacer dos bergantines de mucho sostén y veleros para andar en la laguna, y cómo el gran montezuma dijo a cortés que le diese licencia para ir a hacer su oración a sus templos, y lo que cortés le dijo. y cómo le dio la licencia. y otras cosas más que adelante diré
- Capítulo XLIV. Cómo los sobrinos del gran montezuma andaban convocando y atrayendo a sí las voluntades de otros señores para venir a méxico y sacar de la prisión al gran montezuma y echarnos de la gran ciudad de méxico y matarnos a todos nosotros
- Capítulo XLV. Cómo volvieron los capitanes que nuestro cortés había enviado para que viesen las minas y para sondar el río de guazaqualco, y otras cosas más
- Capítulo XLVI. Cómo cortés dijo al gran montezuma que mandase a todos los caciques de toda su tierra que tributasen a su majestad, pues comúnmente sabían que tenían oro. y lo que sobre ello se hizo
- Capítulo XLVII. Cómo el gran montezuma dijo a cortés que le quería dar una hija de las suyas para que se casase con ella y lo que cortés le respondió, y todavía la tomo, y la servían y honraban como era debido a hija de tan gran señor como era él
- Capítulo XLVIII. Cómo el gran montezuma dijo a nuestro capitán cortés que se saliese de méxico con todos los soldados, porque se querían levantar todos los caciques y los papas y darnos guerra hasta matarnos, porque así estaba acordado y dado consejo por sus ídolos. y lo que se hizosobre ello
- Capítulo XLIX. Cómo pánfilo de narváez llegó al puerto de san juan de ulúa, que se dice de la veracruz, con toda su armada, y las cosas que sucedieron luego
- Capítulo L. Cómo pánfilo de narváez envió con cinco personas de su armada a requerir a gonzalode sandoval, que estaba por capitán en la villa rica, que se diese luego con todos los vecinos de la dicha villa rica. y lo que sobre ello aconteció
- Capítulo LI. Cómo cortés, después de bien informado de quién era capitán y quién y cuántos venían en la armada, y los pertrechos de guerra que traían, y de los tres nuestros falsos soldados que a narváez se pasaron, escribió al capitán y a otros sus amigos, especialmente (A) andrésde duero, secretario de diego velázquez; y también supo como montezuma enviaba oro y ropa narváez. y las palabras que le envió a decir montezuma; y de cómo venía en aquella armada el licenciado lucas vázquez de ayllón, oidor de la audiencia real de santo domingo, y la instrucción que traía
- Capítulo LII. Cómo llegó juan velázquez de león y un mozo de espuelas de cortés, que se decía juan del río, al real de pánfilo de narváez, y lo que en él pasó
- Capítulo LIII. Del concierto y orden que se dio en nuestro real para ir contra narváez, y del razonamiento que don hernando nos hizo y lo que le resolvimos
- Capítulo LIV. Cómo cortés envió al puerto al capitán francisco de lugo, y en su compañía dos soldados que habían sido maestres de navíos, para que luego trajesen allí a cempoal todos los maestres y pilotos de los navíos y flota de narváez y que les sacasen las velas y timones y agujas, porque no fuesen a dar mandado a la isla de cuba a diego velázquez de lo acaecido. y cómo puso almirante de la mar, y otras cosas que pasaron
- Capítulo LV. Cómo fuimos a grandes jornadas así cortés con todos sus capitanes y todos los de narváez, excepto salvatierra y pánfilo de narváez, que quedaron presos en la villa rica de la vera cruz
- Capítulo LVI. Cómo nos dieron guerra en méxico, y los combates que nos daban, y otras cosas que pasamos
- Capítulo LVII. Después que fue muerto el gran montezuma, acordó cortés de hacerlo saber a sus capitanes y principales que nos daban guerra. y lo que más pasó
- Capítulo LVIII. Cómo acordamos de irnos huyendo de la gran ciudad de méxico y de lo que sobre ello se hizo
- Capítulo LIX. Cómo fuimos a la provincia de tepeaca y lo que en ella hicimos. y otras cosas que pasamos
- Capítulo LX. Cómo vino un navío de cuba que enviaba diego velázquez, que venía en él por capitán pedro barba, y la manera que el almirante que puso nuestro cortés por guarda de la mar tenía para prenderlos, y que es de esta manera
- Capítulo LXI. Cómo aportó al peñol y puerto que esta junto a la villa rica de la vera cruz un navío de los de francisco de garay, que había enviado a poblar el río pánuco, y lo que sobre ello pasó
- Capítulo LXII. Cómo se recogieron todas las mujeres y esclavas y esclavos de todo nuestro realque habíamos habido en aquello de tepeaca y cachula y tecamachalco, y en castil blanco, y en sus tierras, para herrarse con el hierro que hicieron en nombre de su majestad. y de lo que sobre ello pasó
- Capítulo LXIII. Cómo demandaron licencia a cortés los capitanes y personas más principales de los que narváez había traído en su compañía para volverse a la isla de cuba, y cortés se la dio, y se fueron, y cómo despachó cortés embajadores para castilla y para santo domingo y jamaica. y lo que sobre cada cosa acaeció
- Capítulo LXIV. Cómo caminamos con todo nuestro ejército camino de la ciudad de tezcuco, y lo que pasó en el camino. y otras cosas, que nos acontecieron
- Capítulo LXV. Cómo fue gonzalo de sandoval a tlaxcala por la madera de los bergantines, y lo que más en el camino hizo en un pueblo que le pusimos por nombre el pueblo morisco, y lo que más pasó
- Capítulo LXVI. Cómo se herraron los esclavos en tezcuco y cómo vino nueva que había venido al puerto de la villa rica un navío. y los pasajeros que en él vinieron y otras cosas que pasaron diré adelante
- Capítulo LXVII. Cómo nuestro capitán cortés fue (A) una entrada y se rodeó la laguna y todas las ciudades y grandes pueblos que alrededor hallamos. y lo que más pasó en aquella entrada y otras cosas diré
- Capítulo LXVIII. De la gran sed que tuvimos en este camino, y del peligro en que nos vimos en xochimilco con muchas batallas y reencuentros que con los mexicanos y con los naturales de aquella ciudad tuvimos, y de otros muchos reencuentros de guerras que hasta volver a tezcuco nos acaecieron
- Capítulo LXIX. Cómo de que llegamos con cortés a tezcuco con todo nuestro ejército y soldados de la entrada de rodear los pueblos de la laguna tenían concertado entre ciertas personas de los que habían pasado con narváez de matar a cortés y todos los que fuésemos en su defensa, y quien fue primero autor de aquella chirinola fue uno que había sido de diego velázquez, gobernador de cuba, el cual soldado cortés le mandó ahorcar por sentencia, y cómo se herraron los esclavos y se apercibió todo el real y los pueblos de nuestros amigos, y se hizo alarde y ordenanzas, y otras cosas que más pasaron allí como adelante diré
- Capítulo LXX. Cómo cortés mandó a todos los pueblos nuestros amigos que estaban cercanos de tezcuco que hiciesen almacén de saetas y casquillos de cobre para ellas, y lo que en nuestro real se ordenó
- Capítulo LXXI. Cómo se hizo alarde en la ciudad de tezcuco en los patios mayores de aquella ciudad, y los de a caballo y ballesteros y escopeteros y soldados que se hallaron, y las ordenanzas que se pregonaron, y otras cosas más que se hicieron allí
- Capítulo LXXII. Cómo cortés mandó que fuesen tres guarniciones de soldados de caballo y ballesteros y escopeteros por tierra a poner cerco a la gran ciudad de méxico, y los capitanes que nombró para cada guarnición, y los soldados y de a caballo y ballesteros y escopeteros que les repartió, los sitios en que sentaríamos nuestros reales
- Capítulo LXXIII. Cómo cortés mandó repartir los doce bergantines, y mandó se sacase gente del más pequeño bergantín, el busca ruido, y lo que más pasó
- Capítulo LXXIV. De la manera que peleamos, y de muchas batallas que los mexicanos nos daban. y las platicas que con ellos tuvimos, y de cómo nuestros amigos se nos fueron a sus pueblos y de otras cosas más
- Capítulo LXXV. Cómo cortés envió tres principales mexicanos que se habían prendido en las batallas pasadas a rogar a guatemuz que tuviésemos paces, y lo que guatemuz respondió. y de otras cosas que pasaron
- Capítulo LXXVI. Cómo guatemuz tenía concertado con las provincias de mataltzingo y tulapa y malinalco y otros pueblos que le viniesen a ayudar y diesen en nuestro real, que es el de tacuba, y en el de cortés, y que saldría todo el poder de méxico, entretanto que peleasen con nosotros, y nos darían por las espaldas. y lo que sobre ello se hizo
- Capítulo LXXVII. Cómo gonzalo de sandoval entro con los doce bergantines a la parte que estaba guatemuz y se prendió. y de todo lo más que sobre ello pasó
- Capítulo LXXVIII. Cómo después de ganada la muy gran ciudad de méxico y preso guatemuz y sus capitanes, lo que don hernando mandó que en ello se hiciese
- Capítulo LXXIX. Cómo vinieron cartas a cortés como en el puerto de la veracruz había llegado cristóbal de tapia con dos navíos, y traía provisiones de su majestad para que gobernase la nueva españa. y lo que sobre ello se acordó y luego se hizo
- Capítulo LXXX. Cómo gonzalo de sandoval llegó con su ejército a un pueblo que se dice tustepeque, y lo que allí hizo, y después pasó a guazacualco, y todo lo más que le avino; entiéndase que uno es tustepeque y que otro es tututepeque, que son dos
- Capítulo LXXXI. Cómo vino francisco de garay de jamaica con grande armada para pánuco, y lo que le acontecía. y muchas cosas que pasaron que luego diré
- Capítulo LXXXII. Cómo cortés envió a pedro de alvarado a la provincia de guatemala para que poblase una villa y los atrajese de paz, y lo que sobre ello se hizo
- Capítulo LXXXIII. Cómo cortés envió una armada para que pacificase y conquistase las provincias de hibueras y honduras, y envió por capitán a cristóbal de olid. y otras cosas que pasaron diré adelante
- Capítulo LXXXIV. Cómo fueron ante su majestad pánfilo de narváez y cristóbal de tapia y un piloto que se decía gonzalo de umbría, y otro soldado que se llamaba cárdenas, y con favor del obispo de burgos, y aunque no tenía cargo de entender en cosas de indias, que ya le habían quitado el cargo y se estaba en toro, todos los por mí memorados dieron ante su majestad el emperador muchas quejas de cortés, y lo que sobre ello pasó diré adelante
- Capítulo LXXXV. En lo que cortés entendió después que le vino la gobernación de la nueva españa, cómo y de qué manera repartió los pueblos de indios, y otras cosas que pasaron. y una manera de platicar entre personas doctas que sobre ello dijeron
- Capítulo LXXXVI. Cómo el capitán hernando cortés envió a castilla a su majestad 80.000 pesos en oro y plata, y envió un tiro que era una culebrina muy ricamente labrada de muchas figuras, y en toda ella, y en la mayor parte, era de oro bajo revuelto con plata de michoacán, que por nombre se decía el fénix, y también envió a su padre, martín cortés, sobre 5.000 pesos de oro. y de otras cosas que sobre ello avino adelante diré
- Capítulo LXXXVII. Cómo vinieron al puerto de la veracruz doce frailes franciscos de muy santa vida, y venia por su vicario y guardián fray martín de valencia, y era tan buen religioso que había fama que hacia milagros; era natural de una villa de tierra de campos que se dice valencia de don juan. y sobre lo que en su venida el capitán cortés hizo
- Capítulo LXXXVIII. Cómo sabiendo cortés que cristóbal de olid se había alzado con la armada y había hecho compañía con diego velázquez, gobernador de cuba, envió contra él a un capitán que se decía francisco de las casas. y lo que sucedió diré luego
- Capítulo LXXXIX. Cómo hernando cortés salió de méxico para ir camino de las hibueras en busca de cristóbal de olid y de francisco de las casas y de los demás capitanes y soldados que envió; y de los caballeros y qué capitanías sacó de méxico para ir en su compañía, y del aparato y servicio que llevó hasta llegar a la villa de guazcualco. y de otras cosas que pasaron y lo que luego se hizo
- Capítulo XC. De lo que cortés ordenó después que se volvió el factor y veedor a méxico, y del trabajo que llevamos en el largo camino, y de las grandes puentes que hicimos, y hambre que pasamos en dos años y tres meses que tardamos en el viaje
- Capítulo XCI. En lo que cortés entendió después de llegado a acala, y como en otro pueblo más adelante, sujeto al mismo acala, mando ahorcar a guatemuz, gran cacique de méxico, y a otro cacique, señor de tacuba, y la causa por qué. y otras cosas más que pasaron sobre ello que diré adelante
- Capítulo XCII. Cómo cortés entró en la villa adonde estaban poblados los de gil de ávila, y de la gran alegría que los vecinos hubieron, y lo que cortés ordenó
- Capítulo XCIII. Cómo cortés se embarcó con todos los soldados, cuantos había traído en su compañía y los que habían quedado en san gil de buena vista, y fue a poblar a donde ahora llaman puerto de caballos, y le puso nombre la natividad, y otras más cosas que pasaron y que diré lo que allí hizo
- Capítulo XCIV. Cómo el capitán gonzalo de sandoval comenzó a pacificar aquella provincia de naco, y lo que más se hizo. y de otras cosas más que pasaron
- Capítulo XCV. Cómo cortés desembarcó en el puerto de trujillo, y cómo todos los vecinos de aquella villa lo salieron a recibir y se holgaron mucho de que hubiera ido. y de lo más que allí hizo cortés
- Capítulo XCVI. Cómo el capitán gonzalo de sandoval, que estaba en naco, prendió a cuarenta soldados españoles que venían de la provincia de nicaragua y hacían mucho daño y robos a los indios de los pueblos por donde pasaban. y otras cosas más
- Capítulo XCVII. Cómo el licenciado zuazo envió una carta desde la habana al capitán hernando cortés, y lo que esa carta contenía es lo que ahora diré
- Capítulo XCVIII. Cómo yendo cortés por la mar la derrota de méxico tuvo tormenta y dos veces torno (A) arribar al puerto de trujillo, y lo que allí le avino
- Capítulo XCIX. Cómo cortés envió un navío a la nueva españa y por capitán de él a un criado suyo que se decía martín dorantes, y con cartas y poderes para que gobernasen francisco de las casas y pedro de alvarado, si allí estuviesen, y si no que gobernase alonso estrada y albornoz, hasta él volver
- Capítulo C. Cómo el tesorero con otros muchos caballeros rogaron a los frailes franciscos que enviasen a un fray diego altamirano, que era deudo de cortés, que fuese en un navío a trujillo y lo hiciese venir, y lo que en ello sucedió diré luego
- Capítulo CI. Cómo cortés se embarcó en la habana para ir a la nueva españa y con buen tiempo llegó a la veracruz, y de las alegrías que todos hicieron con su venida a estas tierras, y lo que luego pasó
- Capítulo CII. Cómo vinieron cartas a cortés de españa del cardenal de sigüenza, don garcía de loaisa, que era presidente de indias, que luego fue arzobispo de sevilla, y de otros caballeros, para que en todo caso se fuese luego a castilla, y le trajeron nuevas que era muerto su padre, martín cortés, y el pesar que de ello tuvo, y otras cosas
- Capítulo CIII. Cómo entretando que cortés estaba en castilla con el título de marqués del valle vino la real audiencia a nueva españa y en lo que entendió
- Capítulo CIV. Cómo llegó la real audiencia a la nueva españa y lo que se hizo muy justificadamente en méxico
- Capítulo CV. Cómo vino don hernando cortés, marqués del valle, de españa, casado con la señora doña juana de zúñiga y con título de marqués del valle y capitán general de la nueva españa y de la mar del sur, y del recibimiento que aquí se le tributó
- Capítulo CVI. De los gastos que el marqués don hernando cortés hizo en las armadas que envió a descubrir y cómo en lo demás que hizo no tuvo ventura
- Capítulo CVII. Cómo en méxico se hicieron grandes fiestas y banquetes y alegría de las paces del cristianísimo emperador nuestro señor, de gloriosa memoria, con el rey don francisco de francia, cuando las vistas que tuvieron sobre aguas muertas
- Capítulo CVIII. De lo que el marqués del valle don hernando cortés hizo después que estuvo en castilla
- Capítulo CIX. De las cosas que aquí van declaradas cerca de los méritos que tenemos los verdaderos conquistadores, las cuáles serán apacibles de oírlas
- Capítulo CX. Cómo los indios de toda la nueva españa tenían muchos sacrificios y torpedades, y se los quitamos y les impusimos en las cosas santas de la fe
- Capítulo CXI. Cómo pusimos en muy buenas y santas doctrinas a los indios de la nueva españa, y de su conversión, y de cómo se bautizaron y volvieron a nuestra santa fe, y les enseñamos oficios que se usan en castilla y a tener y administrar justicia
- Capítulo CXII. De otras cosas y provechos que se han seguido de nuestras ilustres conquistas y duros trabajos
- Libros a la carta