«Nací en 1830. Fui asesinada en 1850, junto con mi padre, mi madre y mi hermana de seis años.»
A Rose le arrebataron su familia y su vida. Cuando volvió de la muerte, se había convertido en lo que más odiaba: un vampiro. Dejándose llevar por la ira y la desesperación, decide acabar con su existencia hasta que un joven, William, le muestra que todavía hay cosas que valen la pena. Pero el destino le hace una mala pasada y también termina perdiéndolo, dejando salir al monstruo que tanto trabajo le costó encerrar.
Más de cien años después de sangre derramada por la historia y un cementerio de cadáveres en la conciencia, la ruleta vuelve a ponerse en marcha...