Una novela descarada, puede que un tanto indecente pero cruda y sentimental, que esconde una trama profunda y humana.
James Levinson es un músico sin demasiadas motivaciones que termina topándose con un cambio y una vida que parece conspirar en su contra. Sin nada que perder, James emprende un viaje de autodestrucción en el que aparte de un elevado consumo de alcohol, también explora su lado más promiscuo y descarado.
Algunas malas compañías y demasiado rock'n'roll acompañan a James en una larga caída en la que conocerá la parte más oscura y cruel de la vida, para descubrir finalmente lo que realmente importa.
Una novela descarada y llena de humor negro constante, con el único propósito de tratar de ocultar el sentido real de la historia. Al igual que un niño trata de llamar la atención con un mal comportamiento para que descubran sus verdaderos sentimientos, el autor opta por una escritura obscena y sarcástica tras la que se ocultan, enredados: el amor, la amistad, la autodestrucción, la alegría y la pena; desvelando, poco a poco, una trama profunda y humana.