Vicente Blasco Ibáñez confesó que el Quijote era «un libro de oro». Con ello demostraba su admiración hacia el texto, pero, asimismo, hacia su creador: don Miguel de Cervantes. La prueba más evidente de la devoción que Vicente Blasco Ibáñez sentía hacia el Quijote fue su proyecto, lamentablemente fallido, de llevar a la gra n pantalla su propia versión del texto cervantino., el guión de ese proyecto es el que presentamos en estas páginas.
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- Índice
- Prólogo
- Estudio
- La lectura cervatina de Blasco Ibáñez
- 1. El enigmático silencio. Blasco Ibañez y los fastos quijotescos de 1905
- 2. De afinidafes electivas con el genio
- 3. Editor, lector e intérprete del Qujote
- 4. Cincelando la imagen de don Quijote
- 5. Sobre míticas y no tan míticas edades doradas: de las quimeras novelescas al compromiso ético
- 6. Un Quijote para el cine
- 7. ¿Un <<escenario>> YANKEE?
- 8. La americazión del mito cervatino.
- 9. Casi epílogo
- Don Quijote
- La edición
- (1) Prólogo
- Primera época
- Primera parte
- Segunda parte
- tercera parte
- Cuarta parte
- Segunda época
- Primera parte
- Segunda parte
- Tercera parte
- Cuarta parte
- Quinta parte