Santiago es un pescador ya anciano que, día tras día, sale a navegar en su barco en busca de peces por las aguas cubanas del Caribe. Es un hombre solitario acostumbrado a la dureza del mar, con un buen número de arrugas, antiguas cicatrices y manchas en la piel. Su joven ayudante Manolín deja de acompañarle tras 84 días sin conseguir pescar nada junto a él, pero el protagonista de la novela no se rinde: sale al mar una vez más para reafirmar su valía como pescador y consigue un gran pez –mayor que su barca– que no está dispuesto a dejar escapar. El viejo y el mar es un emotivo relato cargado de simbolismo, en el que Ernest Hemingway trata temas como la soledad, la vejez, la cercanía a la muerte o la nostalgia.