Como ha escrito Sergio Sevilla, en la obra de Jenaro Talens, lo real es lo que tiene efectos sobre el lenguaje, sin que el lenguaje llegue a expresarlo, y ha de distinguirse de “la realidad”, que ya está estructurada como lenguaje. De lo real obviamente no cabe teoría pero, en la medida en que nunca escapamos a su influjo, su afirmación permite a Jenaro Talens escapar a cualquier riesgo de idealismo de la lingüísticidad. La realidad, en cambio, es tan indiscernible de su estructura lingüística que no puede ser cambiada sino modificando el lenguaje, de manera que descodificar el lenguaje en el poema, mediante el poema, es, a la vez, un acto de conocimiento y un acto político. Si en la transición de lo que Foucault denominó el paso de las sociedades disciplinarias a nuestras actuales sociedades de control, no hay lugar para el temor ni la esperanza y sólo cabe buscar nuevas armas, este libro traza los rastros de esa búsqueda —carente a partes iguales de temor y de esperanza— en el gesto de invitación a la resistencia desde donde la poética de Talens nos invita a capturar un lugar, esto es, a producir una lectura del mundo, cuyo plano de articulación no puede residir ya en un sujeto, sino en lo que Deleuze definió como un proceso de subjetivación. Sus tres capítulos analizan de un modo tan novedoso como radical el desarrollo de esta poética desde los primeros escritos juveniles del autor hasta 1991, esto es, toda su poesía conternida en los volúmenes Cenizas de sentido y El largo aprendizaje.