La poesía de Maria-Merce Marçal tiene la dmirable habilidad del arquero, la de no tocar el cuerpo y atravesar limpiamente e! corazón. En su obra persiste la energía, la generosidad, la belleza, el amor, la pasión, el sentido del humor, la desesperación; en definitiva, la clara inteligencia, y la afinada percepción del mundo y de la gente de una autora madura desde muy joven.