El hombre es un animal de temperatura constante; ello implica que la biología humana no tolera variaciones apreciables de temperatura de ciertos órganos críticos, siendo por lo tanto de gran interés estudiar las relaciones entre el hombre y las características térmicas del ambiente, las cuales podrían modificar la temperatura de los órganos y poner en peligro la vida e integridad física de la persona expuesta. El mantener constante la temperatura interna del cuerpo es de vital importancia para el hombre, el cual ha desarrollado potentes medios de regulación que le permiten mantener bajo control dicha temperatura, aún en condiciones muy desfavorables. Respecto a la ventilación industrial, esta no solo sirve para controlar la temperatura ambiental sino que es el mejor sistema de control de las sustancias químicas.