Imaginemos únicamente todo lo bueno que seamos capaces de imaginar, pues seguro que vamos a experimentar transformaciones evolutivas que nos van a maravillar.
En un mundo convulso, se nos presenta la evolución que ha de dar paso a una transformación de los hombres y mujeres que habitan nuestra madre tierra.
Transformación colectiva que va a dar lugar a la utopía de un mundo renovado y mejor. Un mundo en el que los individuos serán sabios y en los que sólo se originarán pensamientos bondadosos y benevolentes, capaces de imaginar todo lo bueno y hacerlo realidad. Pues así se construyen las bondades de los hombres y mujeres que se habrán convertido en seres humanos: con pensamientos amorosos, bondadosos y sabios. Cuando seamos todos ya seres humanos, nuestros pensamientos florecerán de una imaginación sin igual. Cada individuo será capaz de pensar y crear todo lo bueno que pueda imaginar.