No me molesta que me llamen perro, me molesta el perro modo en que lo hacen.
El dolor puede ser verdugo o maestro.
Un grupo de perros viven enclaustrados en una casa de criminales. Allí aprenderán que el dolor es algo propio, que no emana del exterior sino en cada uno de ellos. La vida, y una sociedad distorsionada, poco o nada les enseña a soportar las desgracias.