«Hay más filosofía en una botella de vino que en todos los libros.»
PASTEUR
Los romanos plantaron viñas en el Ribeiro, los hombres de Dios las consolidaron y el vino llegó a Compostela, a Inglaterra y a Flandes. Desembarcó en América con Cristóbal Colón, a quien condenaron por mezquindad en su reparto. Letal en la Invencible. Portugueses, andaluces, riojanos y catalanes disputaron sus mercados. El oidio, el mildiu y la filoxera comprometieron su existencia. El vino del Ribeiro se adaptó tarde al embotellado y, por fin, a finales del siglo XX apostó por la renovación y recobró su puesto en el mundo del vino, que había florecido en el Mediterráneo, alcanzó su esplendor en Francia y, desde la vieja Europa, colonizó los cinco continentes.
Este libro rescata una historia laureada, afligida y esperanzada para que los amantes del vino nos enorgullezcamos de este Ribeiro milenario.