Y al caer la tarde, el paseíllo. El escarnio era la fiesta.
La vida se refleja en los espejos a partir de fechas próximas a la Guerra Civil española hasta principios del siglo XXI, en un devenir continuo a través del tiempo.
Los reflejos y contrastes se van entretejiendo en el desarrollo argumental en formas variadas de narración, dando a la obra un perspectivismo múltiple. El lector ha de participar activamente en la reconstrucción del relato a través de saltos temporales y familiares, con la intención de hacerle protagonista de la novela.
Se trata de la historia de dos familias obligadas a adaptarse a las circunstancias cambiantes que les tocó vivir. Desde el principio conviven, próximos y alejados a la vez, tanto en el espacio como en el tiempo, testigos de un mismo acontecer histórico, percibido desde experiencias vitales muy distintas y reflejados en el juego de los espejos del tiempo.