Como cualquier mujer siempre he preferido que me llamen «puta» a que me digan que he engordado. ¿Quién no ha estado alguna vez preso de la obsesión por adelgazar y dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo? Desde que tiene memoria, Mercedes —como gran parte del mundo occidental— ha vivido bajo la dictadura de uno de los regímenes más autoritarios que existen: las dietas de adelgazamiento. Una dictadura que, como los peores totalitarismos del siglo XX, se inmiscuye en cualquier parcela de la vida —tanto pública como privada— de los ciudadanos, y les niega la libertad. En busca de un utópico ideal de belleza, la protagonista probará los regímenes de adelgazar más despóticos, padeciendo todo tipo de situaciones tragicómicas sin, por supuesto, lograr su objetivo. Finalmente, en un viaje a París, Mercedes descubrirá que el régimen liberal es la mejor forma de lograr derribar las tensiones sociales provocadas por la imposición de los totalitarismos alimenticios. Sólo entonces conseguirá adelgazar.
- Introducción: herencia judeocristiana
- I. LOS CIMIENTOS DE LOS REGÍMENES TOTALITARIOS
- Genética: las gruesas ramas del árbol genealógico
- Una familia comprometida con el régimen
- La dictadura de la opinión pública
- II. MI ODISEA DIETÉTICA E IDEOLÓGICA
- El régimen teocrático: la divinización del hambre
- Los taifas dietéticos: sucesión de dietas estrafalarias de corta duración
- Política exterior: la integración en Delgados Unidos
- El nazismo dietético
- La Unión Dietética: mi novio y mi mejor amiga
- Terrorismo dietético: la bulimia
- La lucha de clases entre proteínas e hidratos de carbono
- La cuestionable viabilidad del régimen del estado de bienestar
- La corrupción del régimen totalitario
- La catarsis: de Guantánamo a la revolución del Bloody Mary
- III. EL RÉGIMEN LIBERAL
- De la revolución cívica a la transición pacífica
- Constitución liberal
- Vivir bajo el régimen liberal
- A modo de conclusión
- NOTAS