En mayo de 1937 unos brutales asesinatos asolan Barcelona.
A finales del mes abril de 1937, en una Barcelona alejada del frente de guerra, el inspector Ramón Valdivia y el agente Joan Alegret intentan dar caza a un asesino de mujeres, mientras la ciudad, asediada por barricadas, se debate en una lucha por el poder entre las diferentes facciones de una república amenazada de muerte por el avance de las fuerzas franquistas.
Valdivia y Alegret recorrerán sus oscuras calles donde nada es lo que parece y donde los políticos, estraperlistas, militares, espías, brigadistas, policías corruptos y proxenetas campan a sus anchas. La resolución del caso, con claras connotaciones religiosas, hará reflexionar a los protagonistas sobre la tenue línea que separa el bien del mal, la inocencia de la culpabilidad, la vida de la muerte.
Ramón Valdivia, un policía veterano provisto de un especial sentido del humor, mujeriego, pendenciero y amante de la buena mesa, deberá confiar en Joan Alegret, un policía idealista, recién llegado al cuerpo, inteligente y culto. Alegret, con un enigmático pasado, tratará de aplicar innovadores conocimientos criminalísticos a la resolución del caso, pese a las iniciales reticencias de su superior, más habituado a los expeditivos y tradicionales procedimientos policiales.
Mientras recorren Barcelona, Ramón Valdivia y Joan Alegret irán estrechando su amistad, a la vez que van apareciendo personajes de todo tipo: Cayetana Blázquez, una joven miliciana que hará perder la cabeza a Alegret; López de Sagredo, un criminólogo poco acostumbrado a estar en la escena de un crimen; Josep Casamitjana, un forense harto de su trabajo; Fernando Navarrete, el comisario jefe, principal valedor de Alegret; Antonio, el sacabuches, matón de los bajos fondos de la ciudad; Rosario, la Turca, prostituta y matrona del Raval; camareros, policías, espías, políticos y militares. Todos ellos irán completando el mosaico humano de una ciudad a punto de estallar.