Tanto si se trata de piedras preciosas (diamantes, esmeraldas, rubíes o zafiros) como semipreciosas (aguamarina, cornalina, turquesa, sanguina, etc.), llamativas concreciones vegetales (ámbar, azabache) o animales (marfil, conchas), o bien creaciones del fondo del océano (perlas, corales), todas ellas están rodeadas de relatos mitológicos o bíblicos, de leyendas, supersticiones, fábulas de encantos irresistibles y, en ocasiones, crueles. Hettie-Henriette Védrine nos introduce en este universo mineral. Su propósito viene determinado por una constatación: el cristal, que tiene en su origen todos los poderes ocultos otorgados a las piedras preciosas, es el mensajero de lo visible y lo invisible, es la gema reconocida como una de las más mágicas desde que el mundo es mundo. En estas páginas podrá caminar fácilmente por estos decorados oníricos y codiciará este universo tan cercano… Quizá, incluso acabe, sabiamente, por llevar su elección hasta las piedras imaginadas por la mente de algunos. Estas piedras, más modestas y realmente «improbables», tienen nombres rocambolescos y no rodarán más que en su cabeza: la piedra nicomar, la drif, las gamahas, la piedra rajana, etc., pero, en cualquier caso, le ofrecerán un viaje al «centro de un mundo desconocido».