«Una remembranza para los que conocen al amor y un faro para los que esperan encontrarlo.»
Azul binario pretende compartir con sus lectores un trayecto de vida no solo inesperado sino también delicioso, que seguramente los afectará de maneras diversas, de acuerdo al momento de la vida en que la lectura los atrape:
Los que ya abrazaron definitivamente al amor, podrán disfrutarlo al borde de cualquier momento, rememorando tal vez su propia experiencia.
Los que todavía lo buscan - o casi han desistido - podrán encontrar entre sus páginas una pequeña muestra de lo que les espera si no desesperan.
Matilde García Pérez nos ofrece con Azul binario una nueva presentación. A lo largo de sus páginas se ve la frescura de una manifestación artística manufacturada por alguien que ha vivido intensamente y que habla de un tiempo impreciso, angustioso, exultante, alternativo, decoroso, pleno de amor.
Cada poema la muestra como una prisionera de esos momentos, con escasa posibilidad de movilidad. En los escritos está plena de fugas, despojada de palabras inútiles, sin exageraciones ni alternancias, pero trabaja a sabiendas que puede traer unas palabras que nos conduzcan suavemente hacia un abismo probable, a veces desolador, otras ausentes, aunque siempre con la posibilidad de reconstruir un fantasma a punto de difuminarse.
«Azul binario es como la insoportable necesidad de la autora de liquidar cuentas con su propio pasado, de obligarse a abandonar ese espacio y dejarlo encerrado en cada poema, como si fuera una cárcel pero con mayores comodidades. Ella vuelve y se retira de ese pasado, lo explora, lo regresa al ámbito privado, íntimo, para dejarlo como una bestia que ronda herida, desquiciada, al acecho. Y los espectadores somos sus lectores, que avizoramos ese resplandor lejano de la vida de Matilde.»
Ricardo Bocos