Ambos hermanos influyeron en la escena española de las primeras décadas del siglo XX, hasta el punto de construir una teoría teatral que quedó plasmada en la prensa de la época. De 1916 datan los primeros escritos de Manuel Machado, en los que hablaba ya de el gran invento del siglo XX, y que se extienden en el tiempo hasta 1941, dos semanas antes del estreno de El hombre que murió en la guerra, último drama de los hermanos Machado. En los cientos de artículos periodísticos se retrata, mediante la crónica teatral, el comentario mordaz o la poesía más elogiosa, la vida escénica del primer tercio del siglo XX.
Pese a que Manuel y Antonio Machado han pasado desapercibidos para la crítica posterior, sus siete creaciones dramáticas originales innovaron y renovaron dentro de los escenarios españoles prestando gran atención a las nuevas corrientes teatrales: la renovación del teatro del Siglo de Oro, el nuevo tratamiento de don Juan literario, el psicologismo freudiano o la búsqueda de el otro fueron temas bien dibujados en toda su dramaturgia, en la que, uniendo tradición y leyenda, lo clásico y lo moderno, se logró desde algo tan personal como La Lola se va a los puertos (retrato de la cultura popular, tan arraigada en los hermanos desde la infancia) hasta el magnífico drama El hombre que murió en la guerra.
Este libro pretende rescatar la figura de los hermanos Machado; devolver, si no a la escena española, sí a la memoría, una faceta de la historia del teatro poco recordada por la inmensa mayoría.