Las florecillas de san Francisco es una obra hagiográfica anónima del siglo XIV que narra la vida y milagros de San Francisco de Asís y de sus primeros compañeros franciscanos, y la evolución y división de la Orden Franciscana durante sus primeros cien años.
- CAPÍTULO I. Los doce primeros compañeros de San Francisco.
- CAPÍTULO II. Cómo messer Bernardo, primer compañero de San Francisco, se convirtió a penitencia.
- CAPÍTULO III. Cómo San Francisco, queriendo hablar al hermano Bernardo, lo halló todo arrebatado en Dios.
- CAPÍTULO IV. Cómo un ángel propuso una cuestión al hermano Elías, y, respondiéndole éste con orgullo, fue a referírselo al hermano Bernardo.
- CAPÍTULO V. Cómo el hermano Bernardo fue a Bolonia y fundó allí un lugar.
- CAPÍTULO VI. Cómo San Francisco bendijo al hermano Bernardo antes de morir.
- CAPÍTULO VII. Cómo San Francisco pasó una cuaresma en una isla del lago de Perusa con sólo medio panecillo.
- CAPÍTULO VIII. Cómo San Francisco enseñó al hermano León en qué consiste la alegría perfecta.
- CAPÍTULO IX. Cómo San Francisco y el hermano León rezaron maitines sin breviario.
- CAPÍTULO X. Cómo el hermano Maseo quiso poner a prueba la humildad de San Francisco.
- CAPÍTULO XI. Cómo San Francisco hizo dar vueltas al hermano Maseo para conocer el camino que debía seguir.
- CAPÍTULO XII. Cómo San Francisco quiso humillar al hermano Maseo.
- CAPÍTULO XIII. Cómo San Francisco y el hermano Maseo colocaron sobre una piedra, junto a una fuente el pan que habían mendigado, y San Francisco rompió en loores a la pobreza.
- CAPÍTULO XIV. Cómo, mientras San Francisco hablaba de Dios con sus hermanos, apareció Cristo en medio de ellos.
- CAPÍTULO XV. Cómo Santa Clara comió en Santa María de los Ángeles con San Francisco y sus compañeros.
- CAPÍTULO XVI. Cómo quiso San Francisco conocer la voluntad de Dios, por medio de la oración de Santa Clara y del hermano Silvestre, sobre si debía andar predicando o dedicarse a la contemplación.
- CAPÍTULO XVII. Cómo un niño quiso saber lo que hacía San Francisco de noche.
- CAPÍTULO XVIII. Cómo San Francisco reunió un capítulo de cinco mil hermanos en Santa María de los Ángeles.
- CAPÍTULO XIX. Cómo fue revelado a San Francisco que su enfermedad era un don de Dios para merecer el gran tesoro.
- CAPÍTULO XX. Visión admirable de un joven novicio que estaba en trance de salir de la Orden.
- CAPÍTULO XXI. Cómo San Francisco amansó, por virtud divina, un lobo ferocísimo.
- CAPÍTULO XXII. Cómo San Francisco domesticó unas tórtolas silvestres.
- CAPÍTULO XXIII. Cómo San Francisco, estando en oración, vio al demonio entrar en un hermano.
- CAPÍTULO XXIV. Cómo San Francisco convirtió a la fe al sultán de Babilonia.
- CAPÍTULO XXV. Cómo San Francisco curó milagrosamente de alma y cuerpo a un leproso.
- CAPÍTULO XXVI. Cómo San Francisco convirtió a tres ladrones homicidas.
- CAPÍTULO XXVII. Cómo San Francisco convirtió en Bolonia a dos estudiantes.
- CAPÍTULO XXVIII. Cómo el hermano Bernardo tuvo un arrobamiento, en el que permaneció desde la madrugada hasta la hora de nona.
- CAPÍTULO XXIX. Cómo el demonio se apareció al hermano Rufino en figura de Cristo crucificado y le dijo que estaba condenado.
- CAPÍTULO XXX. La hermosa predicación que hicieron en Asís San Francisco y el hermano Rufino cuando predicaron sin hábito.
- CAPÍTULO XXXI. Cómo San Francisco conocía puntualmente los secretos de las conciencias de todos sus hermanos.
- CAPÍTULO XXXII. Cómo el hermano Maseo obtuvo de Cristo la gracia de la humildad.
- CAPÍTULO XXXIII. Cómo Santa Clara bendijo, por orden del Papa, los panes, y en cada uno apareció la señal de la santa cruz.
- CAPÍTULO XXXIV. Cómo San Luis, rey de Francia, fue a visitar al hermano Gil en hábito de peregrino.
- CAPÍTULO XXXV. Cómo, estando gravemente enferma Santa Clara, fue transportada milagrosamente, en la noche de Navidad, a la iglesia de San Francisco.
- CAPÍTULO XXXVI. Una visión hermosa y admirable que tuvo el hermano León y cómo se la declaró San Francisco.
- CAPITULO XXXVII. Cómo San Francisco recibió en la Orden a un caballero cortés.
- CAPÍTULO XXXVIII. Cómo San Francisco conoció en espíritu que el hermano Elías estaba condenado y que moriría fuera de la Orden.
- CAPÍTULO XXXIX. Cómo San Antonio, predicando ante el papa y los cardenales, fue entendido por gentes de diversas lenguas.
- CAPÍTULO XL. Cómo San Antonio predicó a los peces, y por este milagro convirtió a los herejes.
- CAPÍTULO XLI. Cómo el hermano Simón, hombre de gran contemplación, libró de una gran tentación a un hermano que estaba para dejar la Orden.
- CAPÍTULO XLII. Algunos santos hermanos: Bentivoglia, Pedro de Monticello y Conrado de Offida. Y cómo el hermano Bentivoglia llevó a cuestas a un leproso quince millas en poquísimo tiempo.
- CAPÍTULO XLIII. Cómo el hermano Conrado amonestó a un hermano joven que servía de escándalo a sus hermanos y le hizo cambiar de conducta.
- CAPÍTULO XLIV. Dos hermanos que se amaban tanto que, por caridad, se manifestaban el uno al otro las revelaciones que tenían.
- CAPÍTULO XLV. Cómo un hermano, por nombre Juan de la Penna, fue llamado por Dios a la Orden cuando aún era niño.
- CAPÍTULO XLVI. Cómo el hermano Pacífico, estando en oración, vio subir al cielo el alma de su hermano Humilde.
- CAPÍTULO XLVII. Un santo hermano a quien, cuando estaba para morir, se apareció la Virgen María con tres redomas de electuario y lo sanó.
- CAPÍTULO XLVIII. Cómo el hermano Jacobo de Massa vio, bajo la forma de un árbol, a todos los hermanos menores del mundo.
- CAPÍTULO XLIX. Cómo Cristo se apareció al hermano Juan de Alverna.
- CAPÍTULO L. Cómo, diciendo misa el hermano Juan de Alverna el día de Difuntos, vio que muchas almas eran liberadas del purgatorio.
- CAPÍTULO LI. El santo hermano Jacobo de Falerone y cómo se apareció al hermano Juan de Alverna después de muerto.
- CAPÍTULO LII. La visión del hermano Juan de Alverna, en que él conoció todo el orden de la santa Trinidad.
- CAPÍTULO LIII. Cómo, celebrando la misa, el hermano Juan de Alverna cayó como si estuviera muerto.