Más que un análisis duro, el presente libro se propone romper con la tendencia al olvido, romper con el impulso de permanecer en la estabilidad instalada en la postdictadura, invitando a la reflexión sobre Allende como historia pero también como un elemento indispensable para forjar el futuro. A 35 años de la muerte y a 100 de su nacimiento, podemos decir que Allende murió, pero todavía respira.