La poesía de Yevtushenko más allá de ser una poesía comprometida cívica y socialmente es, en definitiva, una poesía que trata de rescatar al hombre mostrando lo mejor de él y denunciando lo peor. Ha sido catalogado como “el poeta del amor”, a la vez que es profundamente admirado por su valentía en tiempos de represión, ya que posee poemas en los que se denuncian actos horribles como el genocidio y la tortura. “Ni siquiera en la muerte confiaré en ningún “ismo”, / yo, otra vez joven y siempre libre, / arriesgando la vida, sonriente y fuerte, / volveré a caminar por el tejado, / o de lo contrario, no soy poeta”.