“León, el cronista, tendría todo el derecho a reclamar como suya la famosa frase de Publio Terencio: Soy hombre, nada de lo humano me es ajeno, pues nada deja fuera del escenario, ni la política, ni el sexo, ni la literatura. La vida es un largo camino de escritura, de cientos de palabras que se anotan en la bitácora de viaje, acompañadas, para La Nación Domingo, de las infaltables fotos de Álvaro Hoppe, el tenaz compañero de aventuras de nuestro autor. Así queda grabada la historia, con su lado cómico, con los dramas latentes, con lo sublime y lo banal. Microhistoria de un cierto Chile, de actores y bufones reconocibles, contada desde la sinceridad sin remedio del autor”.