“...mientras se conformaban los nuevos poblados en el partido de La Matanza, incentivados por la instalación de redes ferroviarias, el traslado del Matadero municipal a una zona aledaña, y la masa inmigratoria, la heterogeneidad de la población creó espacios que, por un lado, construyeron la tradición artística y, por otro, permitieron la emergencia de propuestas alternativas.
El anarquismo y el socialismo, por un lado, fueron las tendencias con mayor arraigo entre los trabajadores urbanos, no sólo por su capacidad de liderar una corriente conflictiva social, sino por el despliegue de una poderosa red cultural (conformada por la creación de bibliotecas, algunos clubes y centros culturales) abocada a la formación de los obreros, de los inmigrantes y de los desocupados”.