… cuando lo conocí, querido, mi necesidad de milagros, de resolver misterios y comprender ausencias desapareció, porque usted lo ocupó todo, y ese sitio, antes de Dios, ahora le pertenece, escribe Claudio Ferrari en Arrancado del alma de mi madre.
Esto confiesa la madre a su amante tras haber arrojado al hijo, de su alma al mundo. ¿Acaso una operación filosófica? La súbita orfandad hace de él un sutil observador de gestos y superficies que, escritor, traduce con generosidad y belleza. Para ella, él imagina escenas magníficas, viscontianas y párrafos aguzados en piedras filosofales. Esta madre resulta ser una mujer que se entrega no solo por amor sino como experimento pasional. ¿Pero quién es quién aquí? Claudio Ferrari se despliega en madre, hijo, amante. Espejos se repiten e interrogan, provocan una escritura que persigue el hilo sentimental, se adentra hasta inventar memoria, abre y pulsa una nueva realidad de compleja belleza.
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- Índice
- Introducción
- I: Yo, de ella
- II: Yo, oculta
- III: Él, de ella
- IV: Ella, sola de todos