07 09
De suelo a techo en cada intersticio.
Achicando el silencio gris o ampliando el plano.
Eco en riguroso desorden.
Oye.
En orden heterodoxo.
Doxa.
¿Oyes?
Las paredes oyen,
olfatean la soledad,
llegan temprano,
antes que la luz,
primero que nadie,
y una vez que se han instalado en las entrañas esperan,
se aquietan, amainan.
Todo termina en un mar de paredes tan dócil
que se confunde con el cielo.
Un cielo claro,
claro.