Este poeta Luis Franco nació con la facilidad, que es un don del ala. Canta como el pájaro, por llamamiento de la Naturaleza. Y ajeno a toda preocupación transcendental es, así, un poeta pagano. De análoga manera fuéronlo, precisamente los trovadores, a quienes recuerda por su título el Libro del Gay Vivir.
Mas, el amor a la naturaleza por la naturaleza misma, o mejor dicho a la vida que el poeta halla hermosa porque despierta gratamente su emoción, es ya moderno. Esta vez aún, la poesía se ha adelantado, como siempre en la historia humana, a la ciencia y a la filosofía. El interés del hombre ante la vida, considerada como una verdadera deidad pánica cuyo sacerdote –vale decir intérprete oficiante– es él, engendra todo el movimiento humano posterior a la guerra, desenlace demasiado vasto para no resultar, a su vez, la inauguración de una era.
LEOPOLDO LUGONES