La vida de Bastián Bastián, un mediocre pasante de notaría, da un vuelco cuando es conducido, por algún motivo que desconoce, a un extraño penal de forma circular y panóptica, con sus puertas abiertas de par en par. En el centro de la prisión hay una torre enigmática, coronada por una campana, desde la que Fierro, un interno convertido en amo y señor de la penitenciaría, puede controlar los movimientos del resto de los internos. A la espera de que algo ocurra, la vida parece haberse detenido definitivamente en este presidio, ubicado en mitad de un desierto y a espaldas del mundo. ¿Distopía nihilista?, ¿alegoría de una sociedad en decadencia?, ¿novela de ideas en torno a los conceptos de violencia, libertad y castigo? ¿Acaso un mero drama carcelario? La jaula es la suma de todo ello, sin renunciar a la ironía, a cierta carga poética, a la crítica ecológica, a la presencia de atmósferas oníricas... En todo caso, La jaula admite tantas interpretaciones como lectores posibles.