En junio de 1625 la guarnición de Breda en Holanda, al mando de Justino de Nassau —hermano de Mauricio—, se rindió a Spínola después de nueve meses de asedio. Spínola conquistó la ciudad mediante un laberinto de trincheras y fortificaciones. A ese efecto se construyeron 96 reductos, 37 fuertes y 45 baterías llanas para aislar Breda y rendirla por hambre y a su vez proteger al ejército sitiador de un ataque externo. La victoria fue reflejada en el cuadro de Velásquez «La rendición de Breda» como un éxito relevante de la política de España y de Felipe IV durante el siglo XVII.