El anhelo de algo ausente es lo único que mantiene a la Polaca en pie ante la partida del Capitán, su pareja y líder de un grupo que resiste la presión de los fundamentalistas que los esperan afuera de su refugio, el Puesto del Este. A la espera de la llegada de alguien que se ha marchado sin explicaciones, la protagonista se ve obligada a sobrevivir, con sus hijos y rodeada de mujeres, a una amenaza que se mantiene siempre ambigua, al mismo tiempo que recuerda un viejo amor que la ayuda a mantenerse con vida.