La aparición de los autómatas programables (PLC, Programmable Logic Controllers) permitió reducir en gran medida la cantidad de material necesario para conseguir controlar una máquina. Las señales entre periferia y control, inicialmente de tipo analógico y de punto a punto, gracias al desarrollo de la electrónica digital y el auge de los microprocesadores, se convierten en un conjunto de señales capaces de transportar esa información mediante un único medio de transmisión denominado Bus de Campo. Gracias al "lenguaje" que circula por ese bus de campo, el Protocolo de Comunicación, esas señales pueden hacerse llegar donde interese.