Sucede en París, dos historias de amor. Pasarela, picaronas modelos de alta costura. Cínicos playboys. Y a mucho kilómetros el inmenso mar con sus grandiosas playas, como dice una de mis protagonistas. Lo malo que tienen las playas es que no puedes distinguir a los millonarios. En bañador todos son iguales, animales inmundos con el pito tapado con esos tangas que usan los sinvergüenzas, lo mismo que un sujetador femenino, que les levantan el paquete y así parece que lo tienen más abultado, más abundante.
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- Índice
- Capítulo I: Padre sulfuroso, madre desconcertante, hijo sin paliativos, un sinvergüenza de tomo y lomo
- Capítulo II: Solo quiero tu apellido, el del tipejo que me engendró, ¡al infierno con él!
- Capítulo III: Míster Paul, sus frustradas pescas, las exageraciones de la esposa y otras cosas
- Capítulo IV: Dos playboys sinvergüenzas con tangas marcándoles paquete, dos modelos picaronas y dos pares de senos, pimpantes, rozagantes, altaneros y desafiantes; todo junto, pero no revuelto
- Capítulo V: Un gorro playero de cuentas de azabache olo que parecían cuentas de azabache, en la superficie del mar, y debajo, dentro del agua, la pelirroja
- Capítulo VI: Como para darse él mismo un buen puñetazo en la mandíbula, ¡por sandío!
- Capítulo VII: Las tribulaciones amorosas de uno de los playboys
- Capítulo VIII: Como para cortársela y echársela a un gato para que se la coma creyendo que es una salchicha gigante
- Capítulo IX: ¡La madre que parió a la maldita pelirroja pecosa, la madre que la parió!
- Capítulo X: Una borrachera de padre y muy señor mío y un camarero psicólogo
- Capítulo XI: ¿Campanilla o cencerro?
- Capítulo XII: Se piensa en un acoso a la fortaleza en toda regla, con método y estrategia siguiendo las instrucciones bélicas de: póngase a la orden, bella valquiria, que este macho le va a enseñar lo que vale un peine
- Capítulo XIII: ¿Como una gata cruel o como una mala bruja?
- Capítulo XIV: Lo que pueda hacer otro hombre, y o lo sé hacer mejor y hago más
- Capítulo XV: Descubrimiento asombroso: Antoine Delmont, Tony para los amigos, posee dotes de espía
- Capítulo XVI: Denuncia a la comisaría de policía del distrito sobre un presunto: asesino-violador-sádico y un inspector-jefe de policía bastante ladino, con un mostacho igual que un cepillo y tan negro como si lo llevara teñido con tinta china
- Capítulo XVII: Turbulentas negociaciones, oferta, contraoferta y más... ¡Mucho más!
- Capítulo XVIII: ¡Pues sí que le ha crecido!
- Capítulo XIX: Extraordinarias divagaciones, se miren como se miren
- Capítulo XX: Todo arreglado, convenio acordado. Dos bodas, la primera muy emocionante, la segunda muy fría; aunque lo que viene luego ya no tiene nada de frío
- Capítulo XXI: La celebración de un extraordinario matrimonio y un simpático notario
- Capítulo XXII: La cosa está que arde, choques que hacen saltar chispas y numerito erótico
- Capítulo XXIII: No existe nadie peor que un mal hijo, los buenos hijos también suelen ser buenas personas
- Capítulo XXIV: Nada de prórrogas, que no estamos en un partido de fútbol
- Capítulo XXV: Sentimientos soterrados. En capilla
- Capítulo XXVI: ¡Feliz Navidad!
- Capítulo XXVII: ¿Quién es ella?
- Capítulo XXVIII: Como Margarita Gautier, aquella prostituta tan guapa de una película muy antigua en blanco y negro que siempre llevaba camelias en el pelo, en el escote y en las manos; pero esta en moderna y, por supuesto, sin el bacilo de Koch ese que decían
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