Cotidianeidad, en femenino. Relatos que abarcan desde la mirada inocente de una niña hasta un simple escarceo sexual en un tren. En ellos no se intenta explicar el universo femenino, simplemente se narran desde el punto de vista de la autora. Los relatos son un esfuerzo por llegar a la parte más íntima de cada protagonista, contar qué sienten esas mujeres y por qué responden de una manera u otra. No es necesario entenderlas, ni mucho menos juzgarlas, sólo hay que dejarse llevar por unas historias que pueden sucederle tanto a la vecina del quinto, como a una amiga o a nuestra madre. La aventura cotidiana de vivir puede ser tan excitante o aburrida como un viaje a tierras ignotas. Al fin y al cabo, el mañana siempre es un tiempo desconocido en cualquier lugar.