La obra cuantifica y analiza las relaciones de libros que se realizaron en Zaragoza entre 1501 y 1521 y que se conservan en cinco de los principales archivos de la ciudad. Sobre esta base documental se trata de averiguar quiénes eran los zaragozanos que poseían libros, a qué sectores socio-profesionales pertenecían, qué libros leían y sobre qué materias versaban. De este modo, es posible determinar con exactitud los textos que eran más apreciados por juristas, médicos, cirujanos, científicos o clérigos, así como las obras de carácter literario que alcanzaron mayor éxito. La historia de las instituciones documentales, del derecho, de la medicina, de la ciencia, de la filosofía, etc., encuentran aquí una imagen fija de cada uno de dichos saberes en la capital de un reino peninsular del Renacimiento.