La cultura política contemporánea constituye un enclave privilegiado para pensar la historia. Y ello porque, a partir de dicha cultura, es posible elaborar un mapa conceptual de los caminos que venimos recorriendo desde el siglo xviii. Entre otros, algunos tan relevantes como los siguientes:
Las oportunidades y riesgos de las sociedades abiertas, el malestar que sucede a los entusiasmos revolucionarios, la utilización del lenguaje científico para legitimar los odios políticos, la ambigüedad de la democracia en tanto forma de Estado y credo ideológico, los equívocos legados por las rupturas del siglo xx, la mezcla de euforia y crueldad en los regímenes totalitarios y el suelo demasiado humano de las utopías. Todas estas cuestiones transmiten la insegura esperanza de un progreso ambivalente, de una libertad irrenunciable, pero cuyo ejercicio se inclina, con demasiada facilidad, a luchas enconadas y empresas de final incierto. La contradicción de un pasado lleno de claroscuros que ha abierto una brecha en el presente por la que solemos despeñarnos al tratar de comprenderlo.
Este libro pretende, más que aportar alguna solución, acotar históricamente las fuentes de nuestra actual perplejidad tal y como se reflejan en la cultura política contemporánea. Lugar de irradiación y encuentro de variados y, en ocasiones, opuestos caminos donde se da cuenta de lo que somos, de lo que hemos perdido, de lo que pretendemos ser. Las encrucijadas están escritas en esa cultura con las palabras de, entre otros, Edmund Burke, Benjamin Constant, Mariano José de Larra, Max Weber, Allan Bloom y Varlam Shalámov.