En este segundo libro de cuentos, Felipe Valdivia nos muestra su madurez como escritor: no intenta abrir una rendija para mirar de soslayo lo fantástico sino que se introduce en él con valor y dominando a la perfección los elementos del género.
Manual de alteraciones no solo deleita con diecisiete cuentos en donde lo fantástico sorprende y maravilla, sino que también desafía a los lectores a apreciar con detención la riqueza en el lenguaje y las marcas textuales en los muros del laberinto al que, a veces sin darnos cuenta, Valdivia nos guió junto a sus personajes.
La obra está dividida en capítulos con un denominador común. Esta orientación permite al lector construir hipótesis sobre los cuentos que están enmarcados en ellos, lo que puede considerarse similar al actual y manoseado concepto de spolier.
El autor hace gala de su oficio como narrador, pues Valdivia les entrega profundidad a los personajes y a la obra como configuración de una realidad posible. Logra introducirnos en el relato, porque aquello de lo que habla es más cercano que lo cotidiano: es principalmente la esencia del ser humano.
La reflexión ontológica planteada está presente de manera velada, sabe que su obra tiene como objetivo principal entretener a través de sus desafiantes cuentos.
Así, busca marcar al lector y obligarlo a ver las alteraciones presentes en su vida, porque es un triste error creer que todos los días son iguales… A través de estos cuentos, Felipe Valdivia lo demuestra.