La historia reciente aparece en esta novela atravesada por las dualidades que, desde siempre, han ido construyendo una idiosincrasia. El campo y la ciudad, la búsqueda y la pérdida se despliegan a partir de una historia familiar: una interesante metáfora de Chile, de sus alegrías y sus profundos dolores. Estas historias únicas, paralelas y luego divergentes, logran construir el amplio cuadro que le permite sugerir a Jorge Nawrath cómo las vidas mínimas no pueden evitar los vehementes caudales que arrastran todo a su paso.