Del prólogo de SALUD HERNÁNDEZ-MORA “De niño, le encantaba mirar por el vitral de la puerta de la cocina y enterarse de las cosas que pasaban en el otro mundo. Su vida entre cacerolas y habitaciones de servicio, lejos de amargarle, le ensancharon su pequeño horizonte. Aunque era hijo de madre soltera, un sello difícil de sobrellevar en la época, el joven Lucho no dejó que le afectara. Con su pinta de burgués, única herencia que le dejó su padre, fue haciendo amigos y buscando caminos para salir de la rueda de pobreza a la que suelen atarse de por vida los colombianos de su mismo pasado”.
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- Contenido
- Prólogo
- Entrevista con Lucho
- Los "Ardos" y los "Ertos"
- ...... Y el vidrio de la cocina
- El lenguaje del humor
- Lo que debe entender la izquierda
- Fallas del proceso de Pastrana
- La arrogancia de las Farc
- Estrenando cabeza
- La guerra, dinámica sin reversa
- Sindicalismo y política
- ¿Mujeres? Seguras y definidas
- La gallina de los huevos de oro
- Un proyecto reformista
- La necesidad de los partidos
- Un privilegio de los medios
- Como el gato en los tejados
- Crímenes de guerra y autodefensa
- Antídoto contra la tristeza
- Socialismo a la colombiana
- El estado, un espejo roto
- Los intereses del narcotráfico
- Contra la lucha armada
- La era de la solidaridad. Luis Eduardo Garzón
- Discurso de posesión Enero 1 de 2004
- Defender la constitución del 91
- El drama social de la ciudad
- La alcaldía no es un trampolín político
- Sin indiferencia
- No crear ilusionismo
- Un gabinete de reconciliación
- La tercera vuelta: la reconciliación
- Reconocer las cosas buenas de la ciudad
- Sí a la inversión extranjera
- Lo revolucionario es gobernar bien
- Relaciones con la nación
- Ampliar la democracia
- Abiertos al control político
- Participación ciudadana
- El régimen de bancadas
- Concertación con agenda precisa
- No al mesianismo
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