Se decía que aquel era el rascacielos más alto del mundo. Nadie recordaba cuándo lo habían construido. Al comienzo no fue más que una casita pequeña, de pocas plantas. Tenía una portería y todo. Luego, con los años, se añadieron más y más pisos, hasta que la cúspide de cemento y cristal se perdió al otro lado de las nubes. En el rascacielos vivían cientos de personas. O miles.
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- Portadilla
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- Capítulo 1