¿Quiénes somos? La respuesta es fácil desde la creencia, pero cuando desaparece el dualismo espíritu-materia, la materia por sí sola no satisface nuestros interrogantes y el ser humano se siente abandonado. Revisamos la vida desde sus orígenes hasta los homínidos y encontramos una constante: la formación de seres vivos cada vez más autónomos respecto al medio. Nace el “yo” y con él la evolución del individuo y su reafirmación frente al entorno humano. Un yo exclusivo actual, sin referentes sociales ni ideológicos. La propuesta es que esta evolución se produce gracias a la intervención de la materia. Porque somos materia activa. Y esa materia activa es la que crea primero la vida, después la vida compleja y finalmente la vida racional.