En este ensayo Robin Blackburn realiza un crítico examen sobre la crisis fiscal y la corrupción empresarial de una sociedad en proceso de envejecimiento. Los acontecimientos de los últimos años (la burbuja de los fondos de inversión de EEUU, el sube y baja de los mercados de valores, y una cadena de grandes escándalos empresariales, de Enron a Parmalat) han hecho que se esfumen miles de millones de dólares de los ahorros de los trabajadores a ambos lados del Atlántico, revelando la incapacidad de la industria de servicios financieros a la hora de desempeñar su papel como custodio de los ahorros y los fondos de pensiones. Así mismo, también pone de manifiesto la ausencia de responsabilidad en el corazón de lo que Blackburn denomina el «capitalismo gris», término que alude a las turbias prácticas y a la falta de transparencia en el mundo financiero y corporativo. El autor explica por qué los intentos de cubrir el coste del envejecimiento de la sociedad a través de una proliferación de productos financieros están condenados al fracaso y tienen una serie de desafortunados efectos secundarios. De hecho, la llamada ingeniería financiera ha permitido a las empresas escapar de los impuestos, al tiempo que favorece que un nuevo tipo de ejecutivo acumule absurdas fortunas a expensas de los accionistas y empleados. Pero, en este análisis, Blackburn no se limita a exponer los problemas; también plantea soluciones al identificar nuevas fuentes de financiación de pensiones (sobre todo la manera de garantizar que las empresas hagan una contribución real) y esboza lo que podría ser un nuevo régimen progresivo de fondos de pensiones, que abarque a todos los ciudadanos y en el que no se pueda diluir ni eludir la responsabilidad.